Ana Esther Zulueta - (Fotos: Oberto Díaz Martorell) - ACN.- A 66 años de aquella victoria popular, una caravana encabezada por la integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Zunilda García Garcés, primera secretaria en el municipio especial, recordó hoy la excarcelación del otrora Presidio Modelo de Fidel Castro Ruz y demás moncadistas.
 

Un rápido repaso a los anales sugiere aludir a uno de los pasajes cruciales en la historia patria, el 10 de marzo de 1952, cuando se instaló en el poder Fulgencio Batista y Zaldívar tras el golpe de estado militar contra el corrupto, aunque constitucionalmente presidente electo, Carlos Prío Socarrás.

Con el suceso, aupado por EE.UU., se derogó la Constitución de la República, vigente desde 1940, y se estableció la dictadura feroz caracterizada por la brutal represión que acentuó los males de aquella república mediatizada.

Esa ola represiva encontró la necesaria respuesta en la denominada Generación del Centenario del natalicio de José Martí, Apóstol de la independencia de Cuba, cuya memoria no dejaron morir aquellos jóvenes dirigidos por el abogado Fidel Castro Ruz.

La hazaña protagonizada por ese grupo de revolucionarios el 26 de julio de 1953, cuando asaltaron los cuarteles Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo, y Guillermón Moncada, en Santiago de Cuba --segunda fortaleza militar del Ejército-- se asentó por siempre en la historia.

Conmovieron a la opinión pública la masacre de la mayoría de los asaltantes y las anormales circunstancias del juicio (Causa 37), a cargo del Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba, en el cual se procesaron a los sobrevivientes.

En octubre de aquel año arribaron a la entonces Isla de Pinos los seguidores del Maestro, largas condenas debían cumplir en el Presidio Modelo, 26 de los más de 150 valientes que libraron el desigual combate.

Se inició la lucha, primero, como Comité de Madres de los Presos Políticos, para transformarse luego en Comité de Familiares, y finalmente en Comité Pro-Amnistía, pronto el clamor popular por la liberación de estos jóvenes se extendió y la dictadura no pudo desconocerlo aunque Batista consideró que era una aventura aislada.

La coyuntura política a la sazón torció el panorama al presidente golpista e hizo mínimas concesiones a fin de crear el clima propicio para la celebración de elecciones, entre cuyos asuntos tuvo en cuenta la Ley de Amnistía Política, de la cual fueron excluidos los moncadistas.

Sin embargo, el movimiento surgido desde finales de 1953 y en el que participaron el Partido Socialista Popular (PSP) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), adquirió amplia dimensión que influyó a favor de la inclusión en la amnistía de los revolucionarios.

Aquel domingo no fue otro día más en el calendario, fue punto de giro para el futuro de Cuba, aproximadamente a las 11 de la mañana, descendieron la escalinata, sonrientes y con los brazos en alto, Fidel y Raúl Castro, Juan Almeida Bosque, Armando Mestre, Agustín Díaz Cartaya y otros.

La caravana en reedición de la historia dejó atrás el actual museo, monumento nacional, para dirigirse al entonces bar Nuevo Virginia, visitar la casa natal de Jesús Montané Oropesa, único pinero integrante del Movimiento 26 de Julio, para concluir en el parque 15 de Mayo, donde se encontraba el hotel Isla Pinos, sitio al que acudió Fidel para ofrecer declaraciones a la prensa.