Si en la manga se lleva orgulloso un monograma, a la escuela se le guarda siempre en el lado izquierdo. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate. Video: Canal Caribe / TV Cubana.


Los secretos de la Lenin, los secretos de una edad

Joel García

Cubadebate

El primer día que uno se baja de la guagua en la puerta de la escuela (de las llamadas aspirinas o con buena suerte una de las dos Dinas) tiene todavía los temores lógicos de cómo será esa primera noche fuera de la comodidad de su cama y con los ronquidos y olores de quienes no conoce, pero que en horas dejan de ser personas extrañas en un cubículo para convertirse en amigos de toda la vida.

La Lenin tenía tantos secretos que es imposible revelarlos todos. Hacer gimnasia matutina a regañadientes y acostarse luego de esos 5 minutos porque el sueño siempre manda y no el desayuno. Tener dos y hasta tres tarjetas para el comedor porque una bandeja era poca comida después de haber jugado pelota o hacerse el maratonista corriendo por la circunvalación de la escuela. Sentir el primer amor y los besos más escondidos en los bancos de las plazas, incluso con algún profesor o profesora que se cuidaba de que no los vieran juntos.

La Lenin te enseñaba a planificar el tiempo para estudiar, divertirse y compartir unas tostadas que duraban casi toda la semana en una jaba de nylon. Muchos limpiaron por vez primera un pasillo, “los totos” y fregaron una bandeja con el aliento de hacerlo rápido para luego ponerse a leer un libro prestado, un best seller. Bailar en los días de recreación era tan esperado por los salseros, que aunque la bocina se escuchara mal y el que ponía el audio prefiriera música romántica, todos acababan en ruedas de casino y luego lavando las camisas y blusas sudadas para ponérselas a la mañana siguiente.

La Lenin te hacía amar un chequeo de emulación con la misma pasión que todos hinchaban por el equipo de su unidad cuando jugaba baloncesto, balonmano, fútbol o voleibol, incluso con fugas masivas de los últimos turnos. Siempre fue el sitio donde muchos escucharon en vivo por vez primera un concierto de Silvio, Pablo y de las principales orquestas o grupos musicales del país. En el que no había nada perfecto (como sus detractores decían), pero sí muchas opciones para crecer cultural y espiritualmente desde la cubanía más auténtica.

Cada cual podrá ponerle más secretos a sus tres o seis años de vida allí. Los míos están aparejados a un amor matemático y a un grupo de amigos que en cofradía envidiable nos reunimos a los diez años de graduados y juramos hacerlo cada un decenio, sin contar que los tentáculos de la emigración serían devastadores. Los míos también guardan esa graduación mojada, pues luego de entregarnos los diplomas en el Anfiteatro Natural, un fortísimo aguacero nos hundió en el fango y la orquesta de Isaac Delgado se quedó con los instrumentos montados y empapados, pero sin tocar.

La Lenin llega a 50 años este 31 de enero y sus pasillos, sus albergues, su vida cultural y deportiva no se parece a la de 1974, 1984, 1994, 2004 o 2014, y no solo porque la matrícula sea menor. Ya no hay seis unidades ni las piscinas funcionan para un chapuzón al mediodía o en la tarde. Faltan maestros y hasta me han contado que ni siquiera el hueco en la cerca del Jardín Botánico tiene una tarja para recordar que: “Por aquí en 1993 salieron en una tarde mil estudiantes hacia Expocuba para comprar comida en la Feria de La Habana, en pleno período especial”.

Eso sí, La Lenin que une a generaciones enteras no por un nombre, sino por una familia que habitó la misma casa y la cuidó como se cuida una mina de oro para que siempre estuviera, es incondicional con la canción que el último día, al montarnos en la guagua (aspirinas o Dinas) para despedirnos de la escuela, se escuchaba nítidamente:

“Ya se va aquella edad

Qué lindo fue, que despertar

Fue sentir la inmensa sensación

De vivir en algo más

Que en sueños ir

Fue crecer, saber, dudar

Hacer, buscar, pedir, brindar

Recorrer el último camino

Que te lleva hacia tu propia identidad....“

Felicidades a La Lenin, qué vivan tantos secretos. Anímese a contarlos.

(Tomado del perfil de Facebook del autor)

Fidel hace 50 años: La Lenin, orgullo de nuestro pueblo

Equipo Editorial Sitio Fidel Soldado de las Ideas

Con una perspectiva a largo plazo durante los primeros años de la Revolución cubana, Fidel Castro augura: “El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia”. La educación se convertiría en una premisa y en un pilar fundamental para preparar a cada generación.

En el año 1966 en la clausura del Encuentro Nacional de Monitores, conversando con los estudiantes expresa: “Eso de darle oportunidad a la inteligencia del hombre para ver hasta dónde es capaz de llegar, sinceramente creemos que esa es una de las cosas más extraordinarias que esta Revolución ha logrado”.

En ese encuentro expone la idea de crear una escuela que ayude a estimular el potencial de los estudiantes:

“Nosotros queremos aprovechar este acto para hacerles una proposición a todos los compañeros que participaron en los concursos, a todos los compañeros monitores, a todos los compañeros, es decir, a los compañeros de los círculos, a los monitores y a los concursantes, que en total hacen cerca de 1 000. Nosotros vimos que muchos compañeros de los círculos científico-técnicos trabajaban, por ejemplo, en la cuestión de genética ganadera, y no habían tenido oportunidad de ver el esfuerzo que se está haciendo, las distintas razas, es decir, le faltaba todavía la posibilidad de ponerse en contacto con muchas de nuestras realidades. Los compañeros que estaban en cítricos, en injertos, en toda una serie de cosas, no habían tenido contacto con las actividades productivas de tipo nacional. Estoy seguro de que si tuvieran esos contactos podrían desarrollarse mucho más y mucho más rápidamente.

De manera que surgió la idea en el Ministerio de Educación de organizar una escuela, es decir, hacer una escuela de un tipo determinado, una escuela de distintos niveles, de distintas actividades científicas y técnicas, de distintas materias, donde se ensayen métodos de enseñanza nuevos, donde se promueva el espíritu de investigación. Una escuela que pueda servir como modelo de lo que deberá ser en un futuro la escuela en nuestra patria. Y conceder el derecho a recibir una beca en esa escuela a todos los jóvenes y niños que participaron en los círculos científico-técnicos, a todos los monitores que están aquí presentes y a todos los que participaron en el concurso.

Vamos a procurar que sea una buena escuela, vamos a procurar que sea una gran escuela, una escuela moderna, una escuela donde se den las condiciones para que puedan alcanzar las vocaciones el máximo de desarrollo, una escuela que sirva como premio, que sirva como estímulo a los que se han esforzado. Una escuela que sirva como vanguardia, que sirva como piloto, que sirva como modelo de lo que deberán ser las escuelas en el futuro de nuestra patria. Y, por tanto, exhortarlos a ustedes a que ingresen en esa escuela. Naturalmente, en los lugares en que ustedes están hoy, las actividades que ustedes desarrollan las harán otros, porque será necesario que se formen allá también otros monitores, otros grupos de interés científico-técnicos, surjan otras vanguardias. Y creemos que será de gran satisfacción para todos ustedes, de gran satisfacción para los familiares de ustedes el saber que como premio, como reconocimiento a las tareas desarrolladas, al esfuerzo y al entusiasmo demostrado, la Revolución les ofrece esa oportunidad y la Revolución les invita a aceptar esa invitación, y les invita a participar en ese esfuerzo para crear una escuela que pueda servir de escuela de vanguardia”.

El 31 de enero de 1974 se materializa la idea al inaugurar junto a Leonid Brezhnev, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética la Escuela Vocacional “Vladimir Ilich Lenin” en La Habana.

Ese día explica que en el país existirán siete escuelas de este tipo una en Las Villas, otra en Camagüey y otra en Oriente con los nombres de: “Lenin”, “Marx”, “Engels”, “Martí”, “Maceo”, “Gómez” y el “Che”.

Para revivir aquel emotivo día Cubadebate y el Sitio Fidel Soldado de las Ideas comparte fragmentos de las palabras del Comandante durante la inauguración:

“Querido compañero Leonid Ilich Brezhnev;

Queridos amigos soviéticos;

Queridos amigos cubanos:

Hace varios años nuestro pueblo viene realizando un enorme esfuerzo en construcciones escolares.

En cada nuevo curso escolar se abren 80 000 nuevas capacidades aproximadamente para estudiantes becados de nivel medio.

Nuestra concepción educacional se basa en el principio marxista y martiano de la combinación del estudio y el trabajo.

Hoy construimos escuelas secundarias básicas e institutos preuniversitarios en el campo, donde los alumnos laboran tres horas diarias en planes agrícolas; escuelas politécnicas e institutos tecnológicos junto a las fábricas, donde los estudiantes trabajan cuatro horas al día en los talleres industriales, y escuelas de maestros de primaria en todas las regiones del país, donde los jóvenes que se forman como maestros realizan su práctica docente enseñando en las escuelas.

También desarrollamos las universidades, donde se aplica igualmente el principio del estudio y el trabajo, participando los alumnos 20 horas semanales en actividades productivas.

Como dijimos el día 29 en el acto de la amistad cubano-soviética, hoy el total de los niños del país está escolarizado y las promociones, así como la calidad de la enseñanza mejoran de año en año.

Esta escuela que inauguramos hoy, es del tipo que llamamos vocacional. En ella ingresan los alumnos mediante selección rigurosa, basada en las altas calificaciones que obtengan en la enseñanza primaria y en su expediente escolar. En el país existirán siete escuelas de este tipo, donde estudiarán en total 25 000 alumnos. Actualmente se inicia la construcción de una en Las Villas, otra en Camagüey y otra en Oriente. Llevarán los nombres de: “Lenin”, “Marx”, “Engels”, “Martí”, “Maceo”, “Gómez” y el “Che”.

(…) Los alumnos egresados de esta escuela se dedicarán fundamentalmente a carreras científicas y técnicas.

A decir verdad, en ningún país de América, incluyendo Estados Unidos, hay una escuela de nivel medio como esta.

Ha sido construida en dos años, un tiempo que podemos llamar récord. Nuestros obreros de la construcción trabajaron sin descanso para terminarla en la fecha acordada. A ellos queremos expresarles nuestra gratitud y reconocimiento.

Si nuestra patria hoy puede dedicar su trabajo pacífico a llevar adelante realizaciones como estas, para la educación de nuestra juventud y en beneficio de las presentes y futuras generaciones, ello se debe en gran parte a la generosa y fraternal ayuda que ha recibido de la Unión Soviética.

Nuestro país no invierte sus energías en, gastos superficiales o de lujo. Las dedica por entero al desarrollo económico, la salud, la educación, la cultura, el progreso social y la defensa de la patria socialista. Nuestro pueblo trabaja para hoy, pero trabaja aún más por el porvenir.

Nuestra juventud se educará en, los principios sólidos y puros del comunismo, el patriotismo socialista y el internacionalismo proletario.

Con infinito amor y gratitud profunda, dedicamos esta escuela a la memoria de Vladimir Ilich Lenin, el genial conductor revolucionario y fundador del primer Estado Socialista en la historia de la humanidad. Por los caminos luminosos que abrió al porvenir del hombre, por los extraordinarios servicios que prestó al mundo, por la ayuda decisiva que nos brindó el Estado fraternal e internacionalista fundado por él, y por lo que su pensamiento, su vida y su ejemplo, representan para todos los revolucionarios de la tierra, esta escuela, que es orgullo de nuestro pueblo, llevará su nombre inmortal.

Querido compañero Brezhnev:

Durante meses enteros los profesores, los trabajadores y alumnos de esta escuela, y los obreros de la construcción, se han esforzado, día y noche, para que en la ocasión de su visita no faltara un solo detalle, ni siquiera una hoja de los árboles de las bellas áreas verdes que la rodean, y para recibirlo a usted con el inmenso cariño a que lo hacen acreedor, su condición de Secretario General del Comité Central del glorioso Partido Comunista de la Unión Soviética , su valerosa lucha por la paz mundial, su fidelidad a los principios leninistas y sus sentimientos de amistad y afecto por nuestra patria revolucionaria.

Es un gran honor y un profundo motivo de alegría y satisfacción para todos nosotros, que esta escuela que lleva el nombre radiante y glorioso de Lenin, sea inaugurada por usted, que ocupa, hoy su honroso puesto en el Partido Comunista de la Unión Soviética”.

Referencias:

1. Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el Acto Celebrado por la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias, el 15 de enero de 1960

2. Discurso pronunciado Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el teatro Chaplin, el 17 de septiembre de 1966

3. Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto de Inauguración de la Escuela Vocacional "Vladimir Ilich Lenin", el 31 de enero de 1974

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