Ella se autoproclamó "como propagandista, periodista y escritora..."
Luisa Capetillo nació el 28 de octubre de 1879 en Arecibo, Puerto Rico, y al lado de su madre recibió una educación por encima de la de la media de las mujeres de su época, completada autodidácticamente. Trabajó para los periódicos locales y como lectora de tabaquerías, en la medida que enriquecía la cultura de las obreras, se nutría ella misma con obras de la literatura y el pensamiento político anarquista y socialista.
También trabajó en la sindicalización de los obreros del tabaco y la caña de azúcar y recogió sus ideas en cuatro libros: Ensayos libertarios (1907), La humanidad en el futuro (1910), Mi opinión sobre los derechos, responsabilidades y deberes de la mujer (con ediciones en 1911 y 1913) e Influencias de las ideas modernas (1916). De su ideario es la siguiente frase: “La tiranía, como la libertad, no tiene patria, como tampoco los explotadores ni los trabajadores”.
A mediados de la década del 10, viajó a Nueva York, Tampa, Cuba y República Dominicana. La prensa cubana reproduce su fotografía vestida con pantalones, lo cual provoca comentarios, críticas de algunos sectores conservadores de la ciudadanía y atiza una latente campaña de repulsa a su presencia. Entre 1914 y 1915 —los años corresponden al mandato del presidente Mario García Menocal— colaboró en Cuba en la prensa obrera, donde sus artículos no pasaron inadvertidos y se afirma que vivió en las ciudades de La Habana y de Cárdenas. Por último se la arresta con el propósito de deportarla por considerarla anarquista y extranjera indeseable.
Al regresar a Puerto Rico participa como organizadora de huelgas y participa del movimiento sindical.
También estas son palabras suyas: “Soy socialista porque aspiro a que todos los adelantos, descubrimientos e invenciones establecidos pertenezcan a todos (…) La mujer debe de cambiar de situación cueste lo que cueste”.