Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Primero, acredité que tanto desatino del Donald J. provoca la repulsa del grueso de la comunidad cubana en nuestros predios y en EEUU, del empresariado lúcido en el Norte y de los políticos avezados en el tema (1); después, certifiqué que la escalada de agresiones reciente —contiene el show de la expulsión de dos diplomáticos de la misión permanente de Cuba en la ONU, en línea con el cuento de los “ataques sónicos”— no solo parará en el Infierno estigmatizada por la investigación de la Universidad de Canadá que valida la postura de la Isla, sino también por nuestra capacidad de sobrepasar obstáculos y de enrumbarnos en el plano internacional —aspectos que prometí abordar (2). Hoy, cumplo con mi palabra.
Llamo la atención acerca de algunos de los datos que brindó nuestro Canciller Bruno Rodríguez Parrilla el fin de semana pasado cuando se refirió al Informe sobre el impacto del Bloqueo de Estados Unidos a Cuba que se presentará en Naciones Unidas el venidero Noviembre, específicamente cuando —además de denunciar que en los últimos meses Washington está aplicando contra La Habana en el tema del combustible medidas específicas, de mayor agresividad y extraterritorialidad; una violación inédita del derecho internacional— señaló:
“Los daños acumulados por la aplicación del cerco unilateral en estos 60 años, tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, ascienden a 922 mil 630 millones de dólares, mientras que a precios corrientes, totalizan los 138 mil 843 millones de dólares”. “Solo desde abril de 2018 hasta marzo del presente año, el bloqueo causó pérdidas a Cuba en el orden de los 4 mil 343,6 millones de dólares, según refleja el informe que será presentado ante Naciones Unidas”.
“Con los ingresos dejados de percibir por bienes y servicios, y los costos asociados por concepto de reubicación geográfica del comercio que impone a Cuba tener altos inventarios, el Producto Interno Bruto del país habría crecido a precios corrientes, en el último decenio, alrededor de un 10% como tasa promedio anual [todo, sin incluir las cifras por el impacto de las medidas anunciadas en los últimos meses]./ Es posible contabilizar o medir los daños económicos, pero no el impacto de sus daños humanitarios” (3) —las negritas son mías.
El resultado de esta descomunal Guerra Económica ha provocado en este minuto una difícil y compleja situación en nuestro archipiélago que fue explicada por el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y otros integrantes del Consejo de Ministros, en un par de comparecencias en el programa radial-televisivo Mesa Redonda válido para argumentar las medidas coyunturales que se decidieron ante la situación energética que vive la nación, sin provocar que el país se paralizara (4, 5). Ello me condujo a insistir en que tal coyuntura no implica la posibilidad de volver al Período Especial ni constituye una sorpresa, precisamente porque trabajamos a tono con el legado de Fidel, las orientaciones de Raúl y el liderazgo estatal de Díaz-Canel en aras de más y mejor Revolución (6).
Así, significo que es palpable la respuesta gubernamental y popular en el archipiélago nacional en las actuales circunstancias; que la actitud proactiva se ha podido constatar en los intercambios que sostiene en todas las provincias nuestro Jefe de Estado acompañado de Vicepresidentes y Ministros; y que la vitalidad que exhibe Cuba —las medidas adoptadas permiten que continuemos desarrollándonos y que, por ejemplo, la población no sufra apagones en las residencias— no es solo reflejo de resistencia a las múltiples agresiones Made in USA sino también de enfrentamiento a problemas subjetivos que nos afectan.
Destaco el acontecer en mi terruño, el Camagüey situado al centro-este de la Isla. Aquí también el grueso de mis coterráneos, de una manera u otra, nos esforzamos para seguir avanzando. Ello fue palpado por el Compañero Díaz-Canel en su vista reciente, oportunidad en la reflexionó: “¿Por qué renunciar a que los carros estatales recojan personas en las paradas; a que las panaderías y centros de elaboración tengan más de una fuente para la cocción; a seguir desplazando el consumo eléctrico del pico (horarios de más demanda); por qué permitir que haya acaparadores y especuladores si estamos trabajando para el pueblo y no hemos subido los costos a nadie; por qué renunciar a la solidaridad?” (7).
Entretanto, en estos días hubo un acontecimiento que ilustra marcadamente cómo miramos al presente y al futuro, a pesar de los pesares, pues el propio Díaz-Canel sostuvo una fructífera jornada de trabajo con el claustro de profesores de la habanera Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” en la que expresó la necesidad de darle continuidad permanente al legado y al pensamiento de Fidel, quien tantos aportes hizo a la educación; alertó que “Pensar Cuba” para los educadores de esa Casa de Altos Estudios y de otras es cómo desde la Pedagogía logramos contribuir mejor al país y a esa sociedad que queremos construir; puntualizó que “un docente tiene que conocer la historia de Cuba” y que “ninguna asignatura se puede explicar si no se explica su historia”; enfatizó en la necesidad de meditar recurrentemente en ¿cómo se comporta un profesor; cómo se conduce; cómo se viste; cómo se expresa; como trata a sus estudiantes; qué lo distingue?; y sentenció acto seguido: “Como educadores nos debemos al pueblo”.
Además, el Presidente de nuestros Consejos de Estado y de Ministros advirtió para esos docentes —también para actores de dirección y pueblo en general:
“[Tenemos que ser capaces de] convertir los desafíos en oportunidades, de promover análisis integrales y críticos de lo que anda mal o no anda, de lo que depende de nosotros y no del bloqueo, y demostrar que como educadores nos debemos a los pueblos [lo cual entraña] una permanente vigilancia y uso de todas las herramientas que nos pueden advertir a tiempo cuando algo está fallando o faltando y cómo podemos solucionarlo” (8).
He aquí el contexto en el que igualmente se fortalece el acompañamiento internacional que recibimos. De ello se hace eco, el Informe 2019 sobre el impacto del Bloqueo de Estados Unidos a Cuba que la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas examinará el venidero Noviembre. (9). Sin duda, la ONU será el escenario que revelará otra vez cómo la actitud de la administración yanqui contra la mayoría de cubanos devendrá “el tiro por la culata” ─al decir popular (10). Apenas me voy a detener en dos muestras de cómo ni remotamente EEUU aísla a la Mayor de las Antillas.
Una: a principios de este Septiembre, sesionó en La Habana el Segundo Consejo Conjunto Cuba-Unión Europea. La parte cubana destacó los avances en materia de cooperación, específicamente, relacionados con las fuentes renovables de energía, la agricultura, el enfrentamiento al cambio climático, la cultura y el intercambio de expertos para la modernización de la economía; al tiempo que reconoció a Federica Mogherini, representante de Bruselas, quien dijo en la ocasión:
“[Estamos en disposición de] aprovechar aún más el potencial del bloque europeo, en esferas como el comercio y la inversión”. “[Somos el primer socio comercial, el primer inversor de Cuba y] hemos triplicado nuestra cooperación en los últimos dos años [que coinciden con el tiempo del Donald J. en la Casa 'Oscura' —preciso]”. “[La UE] rechaza firmemente la activación plena de la Ley Helms-Burton por el Gobierno de los Estados Unidos, considera ilegal la aplicación extraterritorial de las medidas coercitivas unilaterales y recurrirá a todas las medidas apropiadas para proteger sus intereses legítimos, a sus ciudadanos y empresas” (11).
Y la otra muestra gira alrededor de la XVII sesión de la Comisión Intergubernamental cubano-rusa para la colaboración económico-comercial y científico-técnica. Una vez que se pasó revista al estado de ejecución de los principales proyectos económicos, el Vicepresidente Ricardo Cabrisas Ruiz destacó la participación efectiva de Rusia en los principales programas de desarrollo económico y social de Cuba; ratificó la voluntad del Gobierno de la Isla de continuar ampliando y fortaleciendo estos lazos; y destacó las recientes declaraciones de representantes del Gobierno ruso denunciando el recrudecimiento del cerco de Washington contra el Gobierno y pueblo cubanos, mediante la adopción de nuevas y más severas sanciones.
Por el mismo estilo se comportó el Vicepresidente Yuri I. Borisov, quien resaltó el sostenido incremento del intercambio económico-comercial bilateral entre ambas naciones en los últimos años, y expresó la disposición y voluntad de Moscú de apoyarnos en medio de las dificultades provocadas por las sanciones ilegitimas aplicadas por el régimen gringo, política que Rusia, sometida también a injustas sanciones por Occidente, rechaza; mientras que los Viceministros de Energía y Minas de Cuba, Yuri Viamontes, y de Energía de Rusia, Pavel Sorokin, procedieron a la firma de dos documentos que garantizan la participación de Rusia en el programa de desarrollo energético de la nación caribeña (12).
Concluyo: a la claridad estratégica de la Isla —ahí están los documentos rectores de nuestro Partido Comunistas (13) legitimados por la Constitución de la República (14)— y el indiscutible apoyo del pueblo para sobrepasar obstáculos externos e internos, se une el creciente acompañamiento internacional. Por tanto, las fechorías de Trump vs. Cuba se convertirán en un fracaso que seguramente también se confirmará en Noviembre próximo en la Asamblea General de la ONU. ¡Amén!
Referencias:
1.- https://kaosenlared.net/trump-vs-cuba-fechorias-para-un-fracaso/.
5.- http://www.cubadebate.cu/noticias/2019/09/12/cuba-no-esta-paralizada-contamos-con-una-estrategia/.
7.- http://www.adelante.cu/index.php/es/noticias/de-camagueey/18248-canel-camaguey.
8.- https://www.presidencia.gob.cu/es/noticias/como-educadores-nos-debemos-al-pueblo/.
9.- http://www.minrex.gob.cu/sites/default/files/2019-09/Cuba%20vs%20Bloqueo.pdf.
10.- http://kaosenlared.net/trump-vs-cuba-en-la-onu-el-tiro-por-la-culata/.
