El equipo de Cubainformación TV dialogó en La Habana con Gerardo Hernández Nordelo, Héroe de la República de Cuba y uno de Los Cinco cubanos presos injustamente durante 16 años en prisiones de EEUU, quienes fueron liberados el pasado 17 de diciembre. La grabación se realizó en la sede central del ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos). Equipo: Javier Garijo, Patricia Moncada, Juan Caunedo, José Manzaneda e Ida Garberi. Edición: Ana Gil.

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- Gerardo, un inmenso honor para nuestro equipo.

- El honor es para para mí y para Los Cinco el ser entrevistado por un medio que en buena medida ha logrado romper el bloqueo mediático de las grandes corporaciones de prensa en relación a Cuba. En prisión nos llegaban materiales impresos de Cubainformación, ya que no teníamos acceso a Internet.

- Saliste de Cuba en un período difícil para el país, en los años 90. Después de estos años en prisión, ¿cómo has encontrado tu Patria?

- Muy linda. Hay compañeros que preguntan: “¿encontraste muchos cambios?” Sí, los hay. Nos mantuvimos siempre bien informados sobre la dinámica realidad cubana por diferentes medios, fundamentalmente por nuestra Sección de Intereses en Washington. Hemos encontrado una Cuba diferente: en algunos aspectos para mal, hay que reconocerlo, pero en la mayoría de los aspectos, para bien. Ahora enfrentamos el reto de todo el pueblo revolucionario, que es continuar adelante. Es imposible que la Cuba de hoy sea igual a la de ayer. Y lo que importa es que la de mañana sea mejor que la que estamos viviendo hoy.

- ¿Cómo ves esta nueva etapa que se abre ahora en Cuba después del reconocimiento, de parte de un presidente de EEUU, de que la política de agresión contra Cuba ha sido un fracaso?¿Con optimismo, con desconfianza?

- Con optimismo pero también con realismo. Hay unas palabras de Fidel en el aniversario del Desembarco del Granma que parecen pronunciadas hoy mismo. Él reflexionaba sobre la posibilidad de que un día mejoraran las relaciones con los EEUU, pero decía que, mientras exista el imperialismo, éste nunca va a descansar en el empeño de destruir la Revolución cubana. Es el reto que asumimos: abrir las puertas, dar la bienvenida a las personas que, de buena voluntad, quieran acercar a los dos pueblos, porque es algo que se necesitaba desde hace mucho tiempo, pero sin perder la visión de que no van a cejar en su empeño de destruir la Revolución.

- Imagino que lees también lo que dice la gran prensa extranjera sobre Cuba. ¿Qué es lo que más te sorprende y qué es lo que más te molesta?

- Lo que más me sorprende es cómo subestiman a la opinión pública mundial. Aunque, lamentablemente, logran engañar a mucha gente. Para mí eso fue sorprendente cuando viví en EEUU. Yo no podía concebir que una persona no supiera absolutamente nada de Cuba, que repitiera y creyera las barbaridades que se dicen de Cuba. Cuando viví allí comprobé la gran cantidad de personas que viven con un nivel de desinformación total. Pero no es sólo desconocimiento de Cuba y de nuestra realidad, sino desconocimiento también de la realidad que se vive en EEUU. Aquel sistema está diseñado para que uno nazca, crezca, se reproduzca y muera pensando solo en lo material, en cómo tener más que el vecino. Es un bombardeo mediático de la mañana a la noche. Las personas saben quién es el novio de la famosa o cómo se viste tal o cual artista, pero no les pregunten de política. No quiero generalizar, pero la política informativa está diseñada para que las masas actúen como corderitos.

- Por las informaciones que te llegaban en prisión sobre las acciones y campañas a favor de Los Cinco ¿cuál fue la que más apreciaste, cuál consideras que fue la más efectiva?

- No podría referirme a una actividad específicamente. En el inicio de nuestra causa, para mí fue de un impacto muy grande ver las muestras de solidaridad que recibimos. Destaco la primera carta de una compañera de los propios EEUU, Alicia Jrapko, su lucha y esfuerzo. Cuando recibí esa primera carta, me llamó mucho la atención. ¿Cómo es posible que en los EEUU, personas que no conocen mucho del caso, en medio de tanta propaganda que han hecho contra nosotros, nos apoyen así, abiertamente? Luego comenzamos a recibir olas de cartas. Para nosotros fue algo impactante.

- Recuerdo la visita que hizo Adriana Pérez, tu esposa, a Europa, en 2010. Entonces conocimos en directo el inmenso trabajo que hizo junto a otros familiares de Los Cinco, especialmente esposas, compañeras y madres. ¿Consideras que son heroínas?

- Por supuesto. En buena medida toda mi inspiración viene de mi esposa. Lo mismo es Olga para René y Elizabeth para Ramón. Si no hubiéramos tenido la retaguardia asegurada, si no hubiéramos contado con unas compañeras –y una familia– del calibre de ellas, hubiera sido muy difícil seguir adelante en la resistencia de cada día. En el caso particular de Adriana, le tengo una gran admiración como mujer, como esposa, como compañera, como madre. Yo le digo que ha sido, además, mi mejor abogada. Y una “gallinita de pelea”. A veces me llegaban fotografías y comentarios de personas que habían compartido actividades, y todas me decían: “Gerardo, tienes una gran mujer”.

- El Movimiento de Solidaridad con Cuba ha tenido en el caso de la libertad de Los Cinco su gran leitmotiv en todos estos años. ¿Cuál crees que debe ser ahora?

- Hay muchos asuntos pendientes. Mientras exista el bloqueo no podremos descansar en la lucha. Es un acto de injusticia brutal que se ha extendido por más de medio siglo, algo único en la historia de la humanidad. Es lógico que, ahora, los compañeros y compañeras de la solidaridad necesiten un impás pequeño –quizá un descanso– para la reflexión. Porque debemos reunir fuerzas para seguir adelante. Hay muchas causas que también necesitan nuestro apoyo: el caso del puertorriqueño Oscar López Rivera, de Mumia Abu–Jamal y de otras personas presas políticas en EEUU.

- ¿Qué le dirías a quien dice que el socialismo no es posible, o que el ser humano no está preparado para él?

- Que desconoce la historia. Cantaron victoria en aquellos años tristes del derrumbe del socialismo, del Periodo especial, muchos pensaron que era el fin de la historia. Como reza el dicho, “muchas ratas se tiraron del barco pensando que se iba a hundir”. Pero en Cuba no ocurrió. Al contrario, el barco ha resurgido y navega con mucha más fuerza que antes. La experiencia de cambio, en los últimos años, en América Latina demuestra que el socialismo sí es posible. Lo que tenemos es que repensarlo todos los días, con creatividad, ver cómo logramos un modelo que siga hacia delante y resuelva los problemas que aún tenemos. Cuando vemos lo que está ocurriendo en Grecia, o en los propios EEUU, debemos pensar que no se puede subestimar a las masas.

Entrevista: José MANZANEDA
Transcripción y redacción: Mónica OPORTO/Cubainformación