Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Desde que se creó el último fenómeno atmosférico que causó estragos extremos en la Mayor de las Antillas, cada quien se iba conformando una idea de lo que se avecinaba —nuestro sistema informativo, particularmente la Tv, alertaba. Sin embargo, lo acontecido sobrepasó la desgracia prevista en casi todo el territorio nacional y, en contrapartida, una vez más el grueso de nuestro pueblo, el Partido dirigente y su Gobierno cerraron fila para atenuar el mal y rebasar lo antes posible los efectos dañinos todavía sin calcular a ciencia cierta (1).
(Resultó muy, muy lamentable que producto del huracán Irma perdiéramos diez vidas humanas. Peor aún es certificar que algunas de las víctimas fatales se pudieron evitar (2). Considero que para escenarios similares por venir, ante quien no esté convencido de que debe ser evacuado, habrá que hacer lo indecible por persuadirlo y/o “persuadirlo”. Será imperdonable que mañana se repitan episodios tan tristes).
Quizás el mejor reflejo de lo vivido en mi país desde entonces se encuentre en la letra de “La flor que te habita dentro”, del cantautor Raúl Torres e interpretada por él, Tony Ávila y Ray Fernández. Cito algunas de sus estrofas (3):
Como una madre dolida, azotada por el tiempo/ te vi curar tus heridas, casi sin romper el silencio
Tus hijos que no han dormido reconstruyen tu sonrisa/ para que vuelva de prisa la flor que te habita dentro.
Como estrella sorprendida por la maldad de los vientos/ le das la cara a la vida aún con la vida doliendo
Cuentan que los huracanes son ángeles del misterio/ a menudo cobran vidas, pero aúnan a los pueblos.
Ay Cuba, pedazo de uno que adonde vaya, vas dentro/ que no te quepa la duda, nunca te abandonaremos
Ay Cuba, tus hijos sudan, recuperándote el cielo/ llegó ese momento de demostrar cuanto te queremos.
Por su parte, el Presidente Raúl Castro, de la mano de Fidel, el Eterno Comandante en Jefe de la Revolución Cubana (4), en su “Llamamiento a nuestro combativo pueblo”, expresó: “Han sido días duros para nuestro pueblo, que en solo pocas horas ha visto como lo construido con esfuerzo es golpeado por un devastador huracán. Las imágenes de las últimas horas son elocuentes, como también lo es el espíritu de resistencia y victoria de nuestro pueblo que renace con cada adversidad” (5).
Y en medio de tantas calamidades enfrentadas con el arrojo típico de la Identidad Nacional Cubana (6), nuestro espíritu de Solidaridad se convirtió en tangible hacia nosotros mismos —en el interior de cada terruño y de estos a otras regiones de la Isla—, así como con otras naciones que sufrieron tanto o más que en el Caimán Verde: basta decir que los médicos presentes en seis países caribeños (Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Bahamas, Dominica y Haití) valoraron de inmediato en el lugar de los hechos qué ayuda podrían brindar (7), mientras que a Puerto Rico se le ofreció enviar cuatro brigadas de trabajadores del sector eléctrico y habilitar un hospital de campaña con 39 galenos para ayudar al hermano pueblo (8).
No obstante, grosso modo comparto con mis lectores/as la impresión que me acompaña respecto al huracán en cuestión y su impacto/enfrentamiento en mi entorno camagüeyano.
Ilustro con lo sucedido en Moscú, un pequeño caserío a la entrada del batey Jaronú en el municipio Esmeralda, al Noroeste de Camagüey. Allí, fue tomada una impactante foto a la joven que lloraba ante los escombros de lo que era su hogar; su nombre: Mayelín González Salas. Ella, junto a sus dos niñas y su madre, se guareció durante la noche del huracán en un sitio seguro, desde donde vio cómo las furiosas ráfagas hacían caer en pedazos su casa —registra Adelante digital. Pero…
“¡Miren, ni yo me lo creo todavía! En cinco días me hicieron la casita, yo creo que esta sí aguanta un ciclón. Además, es más amplia: tiene tres cuartos, sala-comedor, cocina y el baño exterior. Jamás olvidaremos lo que han hecho por nosotros la gente de la Forestal, asumieron desde la búsqueda de los materiales hasta la construcción. Nosotros nos pegamos a trabajar con ellos, fue muy lindo participar en cada paso y ver cómo crecía la casa” (9).
He aquí apenas una muestra de que, a pesar de los daños severos causados por Irma en Camagüey, esta provincia se levantará; al tiempo que se va confirmando lo que hizo saber Jorge Luis Tapia Fonseca en compañía de Isabel González Cárdenas, Presidente y Vicepresidenta del Consejo de Defensa Provincial, respectivamente: “Vamos a recuperarlo todo y más bonito que antes” —sentenció (10).
Paralelamente, en la Universidad de Camagüey que lleva el nombre de uno de los Padres Fundadores de la Nación Cubana, Ignacio Agramonte Loynaz —primera Casa de Altos Estudios creadas por la Revolución, 50 años atrás (11)—, su Consejo de Dirección se preparó desde los primeros momentos que se visualizó el posible azote del huracán de marras, y días tras días se adoptaron las medidas que cada momento demandó.
Por ejemplo, con su Rector al frente, Dr. Carlos Lajes Choy, desde la tarde-noche del 8 de Septiembre, cuando comenzaron a sentirse los primeros vientos y lluvias, hasta la entrada de la noche siguiente, la Dirección y un grupo de trabajadores se mantuvo activado; y desde horas tempranas del lunes 10 la recuperación no se hizo esperar con el protagonismo de docentes, trabajadores/as en general, estudiantes (resaltó la participación de los procedentes de Angola) e, incluso, la presencia y orientaciones del Ministro de Educación Superior, Dr. José Ramón Saborido.
Subrayo que las acciones desplegadas en nuestra Universidad permitieron mitigar males mayores. O sea, no se pudo evitar daños en impermeables, cerca perimetral, techos, ventanas y mesas escolares con un costo de $ 435 981.00 CUP (moneda nacional); pero sí se logró minimizar las afectaciones a la red de informatización en apenas poco más de un 10 por ciento de su equipamiento e instalaciones.
No obstante, destaco que la recuperación continúa: dígase limpieza y recuperación de todas las áreas dañadas, reparación de las averías posibles a solucionar y reforestación de las áreas verdes afectadas, así como el control a la efectividad del rediseño de la planificación de las actividades docentes y la información sistemática a la sociedad camagüeyana sobre las tareas que a la sazón acomete nuestra centro.
Doy fe de lo vivido en estos días en la Universidad de Camagüey, en mi condición de integrante de su claustro académico.
En síntesis —al paso que saludo los gestos de apoyo y respaldo que hemos recibido de pueblos y Gobiernos amigos y hermanos; Venezuela al frente (12)—, acredito que para toda Cuba el huracán Irma nos develó al menos tres enseñanzas, a saber:
Una, nunca será poco cuanto hagamos en prevención sobre bienes materiales y, básicamente, las vidas de los ciudadanos/as; otra, nuestros compatriotas actúan a la altura de las circunstancias y las indicaciones del Partido Comunista y el Gobierno Revolucionario de Cuba, y elevan al infinito la Solidaridad, incluso a escala internacional; y tercera, en adelante nos corresponde incrementar la eficiencia/eficacia en la producción y los servicios, perfilar el uso/control de nuestros escasos recursos físicos, pulir el empleo/estímulo a la fuerza de trabajo calificada, perfeccionar/incrementar la gestión a favor de la inversión extranjera, y concretar/completar más y más la legalidad en todo el territorio nacional. ¡Amén!
Referencias:
1.- http://www.granma.cu/cuba/2017-09-28/informacion-del-consejo-de-defensa-nacional-28-09-2017-23-09-44.
6.- http://banderaroja.blogspot.com/2009/10/amamantar-la-identidad-nacional-cubana.html.
7.- https://actualidad.rt.com/actualidad/249614-cuba-enviar-medicos-islas-caribe.
10.- http://www.adelante.cu/index.php/es/noticias/de-camagueey/10651-camagueey-como-quedo-despues-de-irma.
11.- www.reduc.edu.cu.
12.- http://www.granma.cu/cuba/2017-09-23/ayudas-que-nacen-de-la-solidaridad-23-09-2017-01-09-12.
