Gerardo Moyá Noguera*

¿Sabían vds. que la cuarta parte mundial  del gasto público va a  parar a la corrupción? Según la ONU los hechos corruptivos acaparan más del 5% del PIB.

Bueno, en la isla de Cuba no es así. Hay corrupción pero no alcanza estos límites. Ciertamente y en estos precisos momentos, con la crueldad del criminal bloqueo, los cubanos irresponsables se han vuelto hacia la derecha, sin ser solidarios y lo que les enseña y ha enseñado la Revolución y el socialismo imperante.

La corrupción se define como una práctica que consiste en el mal uso de las funciones para obtener beneficios personales. En la política es el abuso de  poder en beneficio personal. Estas prácticas no ocurren en Cuba, sí en Europa y otros países. No ocurren en cuba porque los diputados y diputadas del Poder Popular son elegidos directamente por el pueblo en sus propios municipios, y si no cumplen con la Revolución, son tremendamente castigados por el gobierno de turno.

La corrupción hay que combatirla de lleno, no les quepa la menor duda, porque este mal perpetuo debe ser eliminado para siempre porque la corrupción, Sres. y Sras., es un flagelo mortífero que asfixia al mundo y sobre todo a los más desposeídos del planeta.

Por cierto, en  las pasadas elecciones municipales españolas y en las asambleas de los partidos sólo y casi únicamente se habla de los sillones a ocupar, ¿para tener qué? Pues poder y dinerito. 

* Presidente de la Casa de Amistad Baleares-Cuba

La Columna es un espacio libre de opinión personal de autoras y autores amigos de Cuba, que no representa necesariamente la línea editorial de Cubainformación.