Apoyo al periodista de cubainformación, José Manzaneda.

Persecución judicial contra Cubainformación y Euskadi-Cuba (todos los materiales)

Quesquesé la cultura

Juicio contra el medio "Cubainformación" y la asociación Euskadi-Cuba

Una película de agentes no tan secretos

José María Alfaya

Mundo Obrero

Si lo que se pretendía era acosar judicialmente, la vista oral ha concluido poniendo de manifiesto la honestidad de quienes se sentaban en el banquillo de los acusados.

El juicio que se celebró ayer, día 15, promovido por Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders, en el que pedía seis años de cárcel para el periodista responsable de Cubainformación y cincuenta mil euros de multa para la asociación Euskadi-Cuba, ha sido estupendamente narrado para Mundo Obrero en una crónica escrita por Manuel González. Si Manuel González no hubiera estado disponible para contarnos tan serenamente el espectáculo que pudimos seguir en directo en el Juzgado de lo Penal número 31, de Madrid, hubiéramos tenido que invocar al genio de John Le Carré para desvelar y subrayar los tejemanejes del demandante, Javier Larrondo, y las contradicciones del discurso con que alguien se presenta como defensor de los prisioneros (Prisoners Defenders) al tiempo que pide cárcel para un periodista adjudicándole un supuesto delito de infamia, odio, atentado contra el honor y hasta perjuicios económicos como consecuencia de la mala fama adjudicada a quien se presentó como un activista de los derechos humanos y apolítico…

El “apolítico”señor Larrondo envió y recibió evidentes señas de reconocimiento y simpatía, entre sus escasos y evidentes partidarios que asistieron al juicio oral, (no más de cuatro) de una mujer enfundada en una restallante camiseta donde podía leerse “Cubadesinformación”, en clara alusión con intención  descalificadora hacia el medio periodístico al que Prisoners Defenders presentaba querella. Por otra parte parecía más interesado en cobrar la multa y meter en prisión a José Manzaneda (el coordinador de Cubainformación) que en recuperar su honor. Por eso el abogado defensor pidió que se condenase en costas al querellante por mala fe procesal e intento de enriquecimiento.

En internet, casi todo se sabe o se puede averiguar si somos capaces de manejar los datos que se nos ofrecen. Y entre lo que dicen y lo que hacen suele haber amplio espacio para reflexionar sobre si un personaje como el señor Larrondo es tan filántropo como lo presentan y se presenta. En cambio no cabe ninguna duda de que las personas que se concentraron ante el Juzgado durante una hora y luego asistieron a la vista oral hasta las cuatro de la tarde, cuando quedó vista para sentencia, eran militantes de la solidaridad con Cuba que no podían dejar de posicionarse ante una operación que debe entenderse como utilización torticera del proceso penal en el que se pretende dañar a un adversario ideológico: a Euskadi-Cuba y el medio Cubainformación.

Si lo que se pretendía era acosar judicialmente, la vista oral ha concluido, como ya señala Manuel González en su reportaje, poniendo de manifiesto la honestidad de quienes se sentaban en el banquillo de los acusados, frente a la artificiosidad de una acusación especializada en intentar convertir los derechos humanos en un arma contra los derechos elementales de las personas. Y después de tanta “operación de inteligencia” (supuesta) para ganar en visibilidad y reconocimiento, resulta que los solidarios con Cuba son los que ganan con su presencia manifiesta la causa del apoyo internacionalista a la Revolución Cubana.