Basado en un texto de Iroel Sánchez, con enlaces a documentos. Blog “La pupila insomne” (Cuba).
Documentos demuestran carácter secreto e injerencista de misión del contratista Alan Gross, preso en Cuba
Cubainformación TV - Basado en un texto de Iroel Sánchez - Blog “La pupila insomne” (Cuba).- El gobierno norteamericano envió a Cuba a Alan Gross, hoy condenado en la Isla a 15 años de cárcel, dentro de un plan secreto llamado “Programa de Planificación de Contingencia y Democracia en Cuba”. Recordemos que la familia de Alan Gross ha demandado por 60 millones de dólares al Gobierno de EEUU y a la empresa intermediaria que le contrató para su misión, la DAI.
Gross sostiene que no le informaron del carácter ilegal de su viaje a la Isla. Pero la documentación que la empresa DAI ha presentado ahora, en los tribunales, para defenderse de la citada demanda, deja en evidencia que Alan Gross conocía perfectamente el carácter secreto e injerencista de su misión.
En la documentación leemos también que el Gobierno de EEUU informó a la empresa DAI de que impulsaba entre “cinco y siete planes diferentes de transición política” para Cuba. Y que la función del enviado Alan Gross sería suministrar a la llamada “disidencia” cubana tecnologías de transmisión de datos y conexión a Internet, algunas de uso exclusivo del Departamento de Defensa y la CIA.
Esto echa por tierra la versión, aparecida en los medios y sostenida por el Gobierno de EEUU y el propio Alan Gross, de que éste solo pretendía ayudar a la comunidad judía en Cuba a conectarse a Internet.
Leemos también los importes cobrados por Gross: 258.000 dólares en un primer pago, y otros 332.000 pendientes de las siguientes acciones, que quedaron frustradas con su detención.
Hoy, desde una prisión de La Habana, Alan Gross está solicitando al presidente Obama un pacto con Cuba para realizar un canje de prisioneros. Es decir: facilitar su liberación a cambio de la de los cinco cubanos presos en EEUU desde 1998.
Todo parece indicar que el nuevo escenario político en EEUU podría facilitar al presidente Barack Obama una decisión de este tipo. Sería una gran noticia para las familias de los presos de ambos bandos y, sobre todo, podría ser el comienzo de una nueva era en las relaciones entre Cuba y EEUU.
