Andrés Marí - Cubainformación / Fundació Vivint.- ¿Por qué este autor no puso a la madre o a la vecina a oír las mil calamidades con que ‘Radio Martí’ u otros emisoras radiales califican y siguen calificando a Cuba? ¿Por qué en esta obra, aun habiendo numerosas señales del bien para todos que se ofrece en Cuba, no hay ninguna de su peor enemigo, y sí muchas, quizás demasiadas, que apuntan a los errores y las torpezas de la construcción socialista cubana?


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Para algunos es muy posible, incluso, que esta pieza teatral sea parte también de las sutilezas con que el veneno del ‘paraíso norteamericano o capitalista en general’ podía verse triunfador entre muchos cubanos que padecían los agobios de sus transformaciones sociales. Pero, yo diría, si acaso me lo hubiera preguntado alguien en Cuba o en el extranjero, o algún periodista lo llegaba a plantear en las tantas crónicas que se hicieron de mi obra, con una simple pregunta: ¿Lo ve usted así? ¿Cree que si así fuera, mi pieza teatral y a mí mismo no nos hubieran usado para desprestigiar a Cuba los que reparten ese veneno? Eso no pasó nunca!

Es curioso que, como Cuba no tiene nada que esconder, todo lo expuesto en mi obra y mis palabras en los debates efectuados en todas partes, jamás fueron utilizados por los enemigos de Cuba y la construcción socialista en general.  También es sintomático que el único país donde nunca pude representar mi obra ni que se oyeran mis palabras fue EEUU, a pesar de los esfuerzos hechos por numerosos amigos para representarla en Boston y Nueva York, pues en Miami, según supe, nadie quiso hablar de mi obra.

Y creo que todo ello ha sucedido porque en esta obra –claro que están los agobios de los cubanos y sus errores en su nueva construcción social--, pesa mucho más la titánica obra de la Revolución Cubana y el gran esfuerzo de los cubanos para que triunfe mientras observan y sienten, entre una sonrisa y una pesadumbre, cuánto mundo han de cambiar para que viva el sueño de un niño.

En la Cuba después del 59 fueron acabándose los niños de la calle o la imposibilidad de cualquier ser humano de aspirar a ser médico o cualquiera otra especialidad universitaria. También se fueron acabando las personas sin atención médica y que morían a las puertas de un hospital. Sería ya muy largo el cuento de todos los males existentes en decenas de países, y sin el menor sentido de que aun hoy, en el año 2020, sigan existiendo, mientras en la Cuba de 1989 y en la de hoy, ya no existan como existieron antes del triunfo del 59.

No obstante, cuando ‘el veneno norteamericano y capitalista en general’, dice que en Cuba no se puede criticar nada de su realidad y en esta obra es lo que más se resalta –y resaltaron todas las notas críticas en ‘el extranjero’-- entonces para ese veneno esta obra es un antídoto que rebaja a niveles estratosféricos los males que achacan a la isla y colgados a esas alturas de un reino sin el perfecto equilibrio dinámico que se supone ‘natural’ en esa capa de la atmósfera.

Así, todo es bien visible en lo que se ocupa ‘nuestra vecina’ y por donde se escabulle y nos daña el gran vencedor invisible de esta historia que, realmente, es el mayor perdedor. A pesar de los infinitos daños de las agresiones y el bloqueo de EEUU contra Cuba, y a pesar de nuestros errores que cada vez conocemos mejor y se van subsanando, y aunque todavía en la isla puedan haber muchas ‘vecinas’ , así como el resto de los personajes de esta pieza teatral sin que sean perseguidos hasta su linchamiento o ‘muerte natural’ por falta de un médico, como pasa en tantos países encumbrados por EEUU, es, esencialmente, porque en Cuba sí existe un real derecho y deber de su pueblo a construir otra libertad, y otra democracia, y otros derechos humanos muy por encima de los que reinan en EEUU y en el capitalismo en general.

Cuba, ya casi se puede decir, pertenece a otra galaxia y sus artistas responden a ella. A los cubanos, aún cuando todos luchamos contra el  bloqueo de EEUU, no necesitamos buscarle los 3 o los 5 pies al gato. Y solo lo recordamos cuando hablamos de un crimen como el que sucede en esta obra y hallamos las 4 patas del gato.

(CONTINÚA EN NOTA 4)

LINKS DE LAS PARTES PUBLICADAS: “EL ITALIANO” EN CUBAINFORMACION.TV

1.1- NOTA 1:

https://www.cubainformacion.tv/…/87079-el-italiano-una-expe…

1.2- TEXTO 1:

https://www.cubainformacion.tv/…/87092-el-italiano-una-expe… 

1. 3- VÍDEO 1: 1: https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200720/87111/87111-1-1-3-el-italiano-una-experiencia-artistica-de-la-revolucion-cubana-video-1 

2.1. NOTA 2: https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200721/87128/87128-2-1-el-italiano-una-experiencia-artistica-de-la-revolucion-cubana-notas-2

2.2.-TEXTO 2: https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200722/87149/87149-2-2-el-italiano-una-experiencia-artistica-de-la-revolucion-cubana-textos-2

2.3. VÍDEO 2:

https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200724/87188/87188-2-3-el-italiano-una-experiencia-artistica-de-la-revolucion-cubana-video-2-la-madre

3- 1. NOTA 3:

https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200727/87232/87232-3-1-el-italiano-una-experiencia-artistica-de-la-revolucion-cubana-nota-3

3- 2. TEXTOS 3

https://www.cubainformacion.tv/la-columna/20200729/87263/87263-3-2-el-italiano-una-experiencia-artistica-de-la-revolucion-cubana-texto-3-la-vecina

 

MIS GIRAS AL EXTRANJERO: Nunca mis presentaciones teatrales fueron asimiladas por ningún circuito comercial en mis viajes al ‘extranjero’. Tampoco lo fueron mis otras actividades a favor de Cuba. Y excepto en Ecuador, España y Suecia --países donde mi estancia fue más larga y pude ofrecer, además, recitales de mi poesía o talleres sobre cómo encaro la interpretación dramática--, en todos los otros países solo di una representación de mi obra teatral o un recital y mi estancia nunca duró más de una semana. Y en los otros 4 países nórdicos visitados solo estuve 1 día en cada uno de ellos.

En algunas otras ciudades, por su cercanía, como fueron las actuaciones en Amberes y Amsterdam o en Lleida y Ordino no llegué a completar 1 día para irme después de mi presentación a Glasgow y Llívia. Nunca me interesó, realmente, y por decisión personal, ni la fortuna ni la fama, pero conocer a otras personas y hacer amigos ha sido para mí ¡un encanto gigantesco! Y ‘gracias a Dios’ sigo igual, viviendo con lo necesario, escribiendo, y bastante feliz, u optimista, con las tantas luchas que comparto dentro de un mundo absurdo en la comprensión de su destino. Ya eso es suficiente para contarlo.

Para mí la década de los 90 conllevó tantos ajetreos físicos y psíquicos que al terminarse hube de hacer otra cosa. Toda ella se me junta en una palabra: “El Italiano”. Pero viví casi por entero en la isla nuestro Periodo Especial y sus momentos críticos. A mi regreso siempre me incorporaba al trabajo con actuaciones en Cuba y empecé los ensayos de un nuevo espectáculo, “Nuevo cántico espiritual”, que estrené en La Habana en 1993 y luego en otros países. Precisamente ya una obra -desde luego, artística- con el tema de ‘la plaza sitiada a punto de ser invadida’ en que nos convertimos todos en nuestra isla.

¡Qué años, qué tiempos! También los escribí en un conjunto de relatos cortos que empecé a publicar en el periódico “Proa” en el año 1997 durante un taller de teatro ofrecido en Ibiza. Pero fue en mi apartamento y en otras casas de La Habana donde, después de leerlos según los escribía a partir de 1994 y oír los comentarios de mis amigos cubanos, cuando se conformaron definitivamente a mi regreso de cada uno de mis viajes. Compartí con la UNEAC, familiares y amigos todo lo que llevaba. Me son inolvidables todos los encuentros en Belascoaín. Y fue tema de juego y afectos crecientes un pequeño cartel que puso en un mural del Teatro Hubert de Blanck -según me dijeron- el actor más gracioso de mi generación, José Raúl Cruz, y que decía: “En casa de Andrés Mari están repartiendo botellas de aceite”. Y fue verdad.

Años después, junto a un ensayo político,  aquellos pequeños cuentos y crónicas de nuestro “Periodo Especial” se convirtieron en un libro. Ya había creado en Catalunya la “Fundació Vivint”, había participado del ‘Encuentro de Artistas Cubanos’ del 2007 en la Casa de las Américas, y mi nuevo libro, “Viviendo. Cuba, una memoria imprescindible. (El ensayo y los relatos)”, lo presenté en el  “Encuentro de Cubanos residentes en Europa, 2009”. No obstante, el libro llevaba una ‘nota introductoria’ del poeta catalán, Joaquim Vilar, cuyo título era: “Nunca salió de Cuba”. Así es y sigue siendo en este preciso instante en que escribo estas palabras:

Mis agradecimientos por todo el apoyo y la ayuda brindada al Teatro Chusig y el Festival de Teatro de Manta, Ecuador. A los grupos teatrales La Candelaria de Bogotá, CuatroTablas de Lima, Yerbabuena, y otros más. A la Secretaría de Cultura del Ecuador y la Sala Demetrio Aguilera de Quito. A la Sala El Juglar, el Teatro de Orquesta y Drama y Susana Sánchez, el Teatro Centro de Arte de Guayaquil y a Mariana Roldós. A los Ayuntamientos de Jipijapa, Portoviejo, Santa Ana, ciudad donde por primera vez sentí la terrible incertidumbre que sacude la salud de los actores y por lo que hube de finalizar ese viaje.

A Bahía de Caráquez, Teresita, Antonio Pico, la señora Bertha, Gustavo y su familia. A mis pintoras de Manabí y el escultor del Guayas. Al Instituto de Amistad Cuba-Ecuador. A la Universidad de Guayaquil. Al Ajuntamiento d’Eivissa, el Auditori de Cas Serres, Can Ventosa, L’Hospitalet, Casino de Ibiza, Teatro de San Vicent de Sa Cala, Museo Judío de Amsterdam. A los Teatros ‘Principal’ de Badalona y de Vilanova, Teatre Monumental de Mataró, Centro Cívico de Bilbao y Centro Cultural de Vitoria. A los periódicos El Telégrafo, Expreso, El Universo, El Nuevo Globo, Diario de Ibiza, Proa, El Punt, Turia, y a los escritores, cronistas y periodistas José Guerra, Universi Zambrano, Manuel de J. Real, Toni Roca, Julio Herrant, Carles Armengol, Nel Diago y el Canal TeleAmazonas. Y tantos más que guardo en el templo de los recuerdos.

Vayan mis agradecimientos a todos mis queridos amigos por esas ‘tierras extranjeras’ donde fui un hermano más: Melania Mora, Juan Hadatty, Lautaro León, Gina Gutiérrez, Ayelen, Pepe Solís, Merche Chapí, Miquel Ramón, Àngels Escandells, Pepe y Marga, Ruben Tejerina, Dionisio, Antonia, mi familia ibicenca, el Cura de La Cala, Conchita, Esteve Boldú, Caty e Inés Pulpillo, Victor Ojea, Jose Manzaneda, Nati Vaquero, Tomás Nevado, Rosa Isern, Miquel, Ángela Dalmau, María Reyes, Guillermo, Joan Piña, Loly Pineda, y Sebastià Tenés, que organizó brillantemente la mayor parte de la gira por España de 1995 y me puso en contacto con las Asociaciones de Amistad con Cuba de  Barcelona, Badalona, Mataró, Vilanova i La Geltrú, Lleida, Valencia, Bilbao y Vitoria.

Con todas estas entidades contribuí, a partir de mis actividades artísticas, a las suyas en la divulgación y la solidaridad con la Revolución Cubana. Igualmente mis afectos al Ayuntamiento de Coslada, en Madrid, a Lutgarda Reig, Jose Maria Quixal, Paloma García, Paco Tur, Jesusa, Alfonso, Agustín… Y tantos más… También a Södertälje, la bella ciudad sueca donde conocí a una familia excepcionalmente hermosa.

Vayan mis abrazos a Stelan Samberg, Rolando Barrientos Del Casal, Laurette Séjourné, Ricard Salvat, Jane Hannen, Frank Herzog, Abdull Hakín, Ariane Mnouchkine y su Téatre du Soleil, Janine y Edouard Maurel, Loukas, Yanni y Georgios Dalaras que, --con este último y su orquesta y por el azar de las extensiones de la amistad--, posteriormente recité --¡lo que nunca imaginé en mi vida!-- los versos del Canto General de Neruda con música de mi adorado Mikis Theodorakis y sentí tanto silencio que llegué a pensar, en unos momentos, que el tiempo retrocedía y solo existían aquellos amables recién-conocidos que me cuidaron en Zürich.

Y finalmente un especial agradecimiento al compositor Patrick de Arteaga, porque sin su música y el inmenso trabajo de Vicky para colocarla en la obra --sustituyendo la original de Kitaro que no pude seguir utilizando y no tener que volver a intentar lo imposible: actuar con la nueva banda sonora del espectáculo--, no hubiera sido posible la resurrección de tantos hermosos recuerdos que viví con “El Italiano” y la maravilla de seguir sintiéndome, a pesar de vivir tan lejos de la isla, un ser de la galaxia cubana.

Serie completa "El italiano"

1.1. "El italiano”: Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Notas 1

1.2. "El italiano”: Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Textos 1

1.3. “El italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Vídeo 1

2.1. “El italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Notas 2

2.2. “El Italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Textos 2

2.3. “El italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Vídeo 2 - La madre

3.1. “El italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Nota 3

3.2. “El italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Texto 3. La Vecina

3.3. “El italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Vídeo 3 - La Vecina

4. 1. “El italiano” Nota 4. Una experiencia artística de la Revolución Cubana.

4. 2. “El Italiano”. Una experiencia artística de la Revolución Cubana. Textos 4: ‘El maestro’

4. 3. “El Italiano”. Vídeo 4: ‘El Maestro’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana.

5.1. “El Italiano”. Nota 5: El amigo. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

5. 2. “El Italiano”. Texto 5. Una experiencia artística de la Revolución Cubana.

5.3. “El Italiano”. Vídeo 5: ‘El amigo’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

6.1. “El italiano”. Nota 6: ‘El empleado’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

6. 2. “El Italiano”. Texto 6: ‘El empleado’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

6. 3. “El Italiano”. Vídeo 6: El empleado. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

7. 1. “El Italiano”. Nota 7: ‘El viejo’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

7. 2. “El Italiano”. Texto 7: ‘El viejo’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

7. 3. “El Italiano”. Vídeo 7: ‘El viejo’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

8. 1. “El Italiano”. Nota 8. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

8. 2. “El Italiano”. Texto 8: ‘El joven final’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

8. 3. “El Italiano”. Vídeo 8: ‘El joven final’. Una experiencia artística de la Revolución Cubana

 

* Andrés Marí es escritor, profesor y actor cubano residente en Catalunya.

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